miércoles, 4 de noviembre de 2009

EGOÍSMO


Esta gran lupa que se acomoda delante de mis ojos, sigue observando minuciosamente lo que a los pies de su montaña se reproduce. En esta ocasión, el videoclip que puede observar no es ninguna sensación del momento y su vigencia trae fecha de largas décadas atrás. En el día de hoy, mis ojos logran irritarse junto a sus venas rojas al vislumbrar un suceso en evolución: el egoísmo impartido por el hombre hacia su entorno social.

En cada instante en que el hombre se relaciona con sus pares, eyecta desde sus poros, como un veloz y enorme caudal de agua, un egoísmo descomunal. Al hacerlo, empaña el rostro de todos aquellos seres con los que logra relacionarse.

Intentando obtener un origen cierto que pueda explicar el motivo de su individualismo, nos remontamos a los principios fundamentales que rigieron su educación. Luego de acomodarnos sobre aquella conciencia joven, tratamos de expandir algunas hipótesis que solucionen este gran dilema.

Un dilema de gran tamaño no siempre puede resolverse, y en la medida que puede lograrse, consta de una ardua tarea. Podemos pensar que un egoísmo del calibre que se observa, solo evoca a una gran mezcla de factores engorrosos: resentimiento, simple egoísmo y mera discriminación.

Aclarados ya los "posibles" detonantes de dicha actitud intolerante e inexcusable, estamos en condiciones de deslizarnos a profundizar cada definición:

-Por un resentimiento me refiero a una actitud egoísta que se forja en aquel nido familiar donde abunda la codicia. Frecuentemente los educadores del porvenir contagian a sus discípulos de una codicia reinante de ambición, de una ambición por conseguir lo que el "otro" tiene y "nosotros" aun no. Es allí donde se forma un resentimiento por eso que quiere alcanzarse y no se puede. Sucede entonces que, luego que el tiempo pasa las cosas resultan ser al revés y allí es donde demostramos egoístamente todos los bienes que tenemos y no deseamos compartir.

-Por un simple egoísmo no se que podría definir. Solamente me veo obligado a citar que ese egoísmo es un egoísmo que nació junto a aquella personalidad para formar una parte inquebrantable de su naturaleza.

-Por una mera discriminación podría llamar a aquello que no quiere compartirse por el simple motivo de no compartirlo. Este sería un tema para abordar con mayor dedicación, pues existe una discriminación muy grande en el hombre. Precisamente es en ella donde encuentro otro de los puntos determinantes del egoísmo. En ella solo vive un desprecio hacia los demás, un egoísmo al compartir lo que es de uno. Finalmente se discrimina a los demás individuos, maltratándolos con actitudes que nos separan cada vez más de ellos.

Estas tres últimas definiciones no son más que simples teorías que uno obtiene cuando examina dicho egoísmo en el hombre. No podría discernir claramente ni entre cada una de ellas, ni sobre la misma definición de la palabra egoísmo. Solo me resta anunciar esa imagen que se dibuja en mi cabeza cada vez que siento una egolatría hacia mi persona, citando ese espectro que viene a mi mente al pensar en esa fea costumbre egoísta: un enorme animal que envejece para perderse solo en los jardines envenenados de su vanidad.

1 comentario:

  1. Dedicate a estos "ensayos improvisados" porque resultan excelentes, diría casi a la perfección. Y también resultan muy interesante cada tema que describis...
    WoOoOW "Has cautivado todo mi interes" ja ja!
    Pienso que deberías ser Psicologo, Sociologo ?
    Seguí así brother!

    Atte. your sister "Chabi"

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