jueves, 24 de diciembre de 2009

CONVENCIONES


Si existe en la vida algo que prescinda de total espontaneidad y sorpresa; eso no es otra cosa que una convención.
Las convenciones que ocasionalmente embarran nuestra rutina, son sucios pactos en los cuales cabe la posibilidad de que nuestra decepción sea fuertemente atacada. Pues mientras transcurre su desarrollo, algunos ojos ya han observado cada acción de su pertinente repertorio. Y son estos mismos ojos los que, tristes y cansados, se acostumbran a vivir la misma escena en repetidas ocasiones.
Todos aquellos otros factores externos decoran sutilmente el ambiente, aportando una conducta acorde a la situacion. De esta manera, un nuevo mundo pareciera surgir desde las raíces mas adversas y todo acontecimiento oscuro se va disfrazando de un brillante color rosa. Entre risas y muecas, saludos y deseos; los enojos y peleas fingen permanecer ocultos.
Admiro enormemente la gran capacidad de cambio que otorgan las convenciones. Si hay algo que merece mi reconocimiento, no podria dejar de destacar las infinitas posibilidades que pueden disfrutarse al presenciar algunas de las convenciones. Son como mágicos trucos que todo lo pueden.
Que esfuerzo que he hecho. Cuanto me ha costado citar esas ultimas palabras y contribuir con una cuota mas de mentiras. No vayan a creer que realmente pienso asi. Es solo un simple discurso acorde al tema. Con algo de ironía puede desahogarme y pasar desapercibido antes todos esos ojos que tan sorprendidos estan. ¿Como podrían creer que yo pensaría que esas malditas convenciones son algo tan sagrado y mágico? ¿Como podrían pensar que necesitamos de ellas para continuar con nuestra rutina? Sinceramente las convenciones me dan asco. Ver tantos rostros alegres, tantos deseos, tanto olvido. Es un suceso que he comenzado a odiar.
Recuerdo que cuando era un niño, no tenía posibilidad de elegir. Tan pequeño e indefenso solo miraba a mi alrededor y el panorama que veía me limitaba a seguir los pasos que todos hacían. De esta manera yo tambien reía, deseaba, abría regalos, y me sorprendía con los hechos que sucedían durante cada convencion. Pensaba que ellas eran algo fantástico. Y eso es claro pensarlo cuando uno apenas tiene 8 años. ¿Como no iban a sorprenderme las sorpresas y los mundos de magia que todos los mayores me dibujaban?.
Pero el tiempo ha pasado queridos compañeros. Quizás alguna suerte me ha permitido madurar y darme cuenta de las cosas. Ahora todo es tan distinto al pasado. Ahora veo de frente la realidad que me embestía por aquellos dias y creo que es razonable mi enojo con esas asquerosas convenciones. Ahora, con una mente mas abierta y unos ojos desempañados, las convenciones son como un libro leído por su propio escritor, son como observar una película acompañados del mismísimo director, son como el resultado final de un juego arreglado por dinero. Las convenciones son algo innecesario que pueden llegar a herirnos si no sabemos movernos al mismo ritmo de sus pasos. Son un show que puede decepcionarnos si nos mantenemos solida nuestra esperanza. La convencion es el sinónimo de una traición y el antónimo de lo espontaneo.
Los hechos espontáneos son aquellos hechos que necesitamos. Necesitamos de su presencia, fugaz y efímera; esa que en su suma naturalidad nos refresca el alma de alegría y suspiros profundos. Necesitamos reír con sus ocurrencias improvistas y dar carcajadas infinitas cuando el gran humor de lo espontaneo nos contagia su verdadera esencia. Esa esencia que si parece ser mágica y que jamás va a traicionarnos. Lo espontaneo sera sincero con nosotros y nos dirá la verdad a la cara, pero nunca jamás va a darnos un apretón de manos guiñándonos un ojo.


martes, 15 de diciembre de 2009

DISCUSIONES

El ser defiende una postura: tener una verdad. Su voz, agraviada por las noches de bohemia, casi muerta, aplastada por el propio peso de la vida; defiende a gritos insoslayables los fundamentos que la sostienen. Conforme pasa el tiempo, este ser cree tener una certeza absoluta respecto a determinado tema, pero nada de esto resulta ser real.
La existencia del hombre cierta vez es auténtica. Podríamos citarlo así luego de observar nuestra vida, notando que respiramos, sentimos, lloramos, morimos. Analizando cada uno de los factores que conforman nuestra finita existencia obtendríamos una verdad: existimos. No obstante, y a pesar de que dicha verdad sea una verdad sólida y monumental, no podríamos considerarla como una verdad absoluta. Pues lo único cierto es que existimos pero jamas podríamos establecer con gran veracidad cual fue el motivo que facilito nuestra existencia. Jamas podríamos obtener alguna respuesta al preguntarnos: ¿porque existimos?.
Es así que solo existe una verdad partida por la mitad y es esta misma de la cual podríamos asegurarnos de ser portadores. Lejos quedarían todas las otras creencias que fuertemente solemos defender. Nada mas existe que la verdad de nuestra existencia en algún lugar y tiempo.
En los tiempos que corren, los tiempos corren rápidamente. Los censos varían, las probabilidades fluctúan, las balanzas suben y bajan, y la única verdad es la de sentir que estamos vivos, existiendo. Hoy todo resulta ser tan cambiante que nadie puede sentarse sobre alguna piedra sin esperar que algún viento pueda moverla de lado. Las fuentes de información son falsas. Lo que dicen todos los demás es falso. Las voces que proclaman grandes veredictos sufren la influencia de genes ajenos y mientras sus palabras golpean la atmósfera, van sepultando los discursos anteriormente citados. Todo se convierte en un gigante libro compuesto de ingratas palabras que millones de personas han expulsado por el gran buzón que habita en el órgano de su expresión oral. El libro vive dentro del mundo artificial que la tecnología ha regalado y que el hombre, ha maltratado insanamente para llenar y volver a llenar sus paginas parafraseando viejas oraciones.
Finalmente la realidad (cada día mas fantástica y parecida a una ficción) es una mentira y ahora, la única verdad del hombre es su falsa existencia. Resulta casi un desenlace lógico y algo cómico al analizar dicha cuestión. Pues es sabido que el hombre, cargando con esta existencia de plástico, no puede vivir tranquilamente. Así vemos un claro ejemplo cuando, en plena acción de inexistente verdad, el hombre deja hasta su alma en los campos de batalla de las discusiones.
Al enfrentar a su oponente, de entre sus cejas ceñidas y su frente húmeda, expulsa su tesis sobre el tema debatido e inocentemente sufre como un nervioso mental. Su oponente responde con fundamentos completamente opuestos a los suyos y de la suma de los errores de ambos bandos nace el fruto mas absurdo de los frutos absurdos: la discusión.
La discusión resulta ser el producto de grandes mentiras arrastradas con el tiempo. Mientras la misma se desarrolla ambos lados opuestos reniegan de abandonar su postura y evitan intentar comprender lo que el contrario trata de explicar. Las discusiones resultan ser un circulo vicioso en el que por largo tiempo damos vuelta, para perder finalmente el hilo de la cuestión. Precipitándose el infinito final, ya ni se recuerda el motivo por el cual se discute y ambos lados solo aumentan su inexistencia y su gran ignorancia y necedad. En dicho debate ninguno de los dos esta concientemente seguro sobre que piedra esta parado y solamente la falsa existencia puede soplar como un viento arrollador moviendo piedras al lugar que se le antoje.

viernes, 27 de noviembre de 2009

DINERO



Si comenzaríamos a pensar en aquellos factores que impulsan el motor de nuestra existencia, estaría seguro que nos detendríamos sobre el dinero. Por mas intentos, palabras o disfraces que querramos añadirle a ese monstruo para convertirlo en alguna cosa que nos pase desapercibida, el siempre esta allí, con su imponente presencia.
Desde algún rincón recóndito de nuestra vida, este viejo señor añorado de amistad por mas de uno, descansa tranquilamente. Con su fuerte personalidad seduce a muchas personas y en cualquier situación parece tener la capacidad de revertir todo tipo de problemas. Pues este señor parece ser ese bigote ingenioso que resuelve todo, parece ser esa palabra mediadora para defenderse de todo tipo de agravio. Pero lamentablemente estas ultimas citas son solo apariencias.
El hombre, ingenuo como siempre y ambicioso de conseguir cada día mas dinero, se torna completamente enfermo. Las monedas lo encandilan con su brillo, los casinos lo pierden entre sus luces y finalmente, entre todos los demás juegos sustentado por dinero, el pobre tonto ya no es el mismo de antes. Conforme pasa el tiempo, el hombre, dichoso de llamarse humano, se destruye a si mismo entre los juegos mas peligrosos. El dinero se convierte en un arma que jamas va a defenderlo y que solo tiene una finalidad: convertirlo en su víctima.
Es así que el dinero es un arma que continuamente seduce su razón. Lo funde en una salsa de alegrías y esperanzas falsas, locura, pánico e inconsciencia y este pobre hombre pide a gritos encontrar una salida definitiva. Pues hay días en que la salsa esta exquisita y cubriéndolo con una cálida y confortable capa, le dibuja un mundo hermoso, donde no hay tristezas, ni penas que lamentar. Pero luego la capa se da vuelta y esta no parece ser la mejor, porque sobre su superficie van naciendo las flores podridas que jamas quiso vislumbrar. Tales flores, marchitas y rotas, que huelen a sueños destrozados, van mostrándole el otro lado del dinero y de pronto el hombre parece tomar conciencia.
Cuando todo termina, ya el sol no asoma detrás de esa tormenta y este indefenso ser despierta completamente perdido ante el mundo. Al abrir los ojos no tiene mas nada que su cuerpo destrozado y unas ansias de felicidad que jamas pudo conocer. Al cerrar los ojos, rememora todos los días desperdiciados en los juegos del dinero, aquellos juegos que lo dejaron ciego y perdido. Es en ese momento, justamente en la oscuridad de su pensamiento, cuando ve con claridad todo lo que sucedió y al abrir los ojos nuevamente una bala impacta entre sus cejas.

martes, 17 de noviembre de 2009

MIRADAS


La mirada del hombre constituye un pilar fundamental en toda acción que lleve a cabo. A lo largo de la historia del mundo los ojos funcionaron como piezas elementales para consolidar la realidad de los hechos. En todo lugar y momento donde ha estado el hombre, sus ojos permanecieron a su lado como sinceros testigos.
Los ojos son esas dos esferas brillantes donde se refleja el alma del ser. Cuando intercambiamos miradas con otra persona, nos entregamos a un paseo a través de su espíritu y de su verdadera personalidad. En ellos pueden encontrarse muchas de las cosas que ocasionalmente buscamos en otros lugares. Pero sin correr mas lejos, debemos detenernos en ese hermoso par de pupilas rodeadas de centellas. Detenernos para darle una pausa a nuestra vida, para encontrar una única verdad, para enamorarnos, para reconocernos en ese gran espejo de rara esencia.
Cada vez que miremos a una persona notaremos cosas diferentes. Cuando esos ojos se muestren arrugados y húmedos aquel alma puede estar triste. Cuando observemos unos ojos inquietos y casi cerrados, es posible que una mentira se esconda debajo de esos párpados. Cuando podamos ver unos ojos sin dirección y llenos de brillo, es muy posible que aquel corazón se halla enamorado. Pues, tal como un lago refleja nuestra rostro, los ojos reflejan nuestras intenciones y sentimientos.
Podría agregar lo infinita que parece ser su magia, ya que son los únicos capaces de mostrarnos en mayor medida lo valioso que es el regalo de la vida. Mediante una compleja maquinaria resultan ser ese órgano tan indispensable que nos permite leer. Permitiéndonos abrir las puertas de la cabeza, soltando la ignorancia. Permitiéndonos crecer como personas social y culturalmente. Pues solo a través de ellos lograremos aumentar el tamaño de nuestro corazón y nuestro alma. Solo a través de la cálida mirada podremos lograr revertir los problemas para mirar la vida de otra manera. Para mirar la vida con una cabeza mas abierta a través de unos ojos lectores del mundo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

VALORACIÓN


El hombre muchas veces se pregunta por que vive. La incógnita mas indescifrable de las incógnitas parece cubrir la superficie de su cerebro cada vez que se realiza esta pregunta. La espera de respuestas se prolonga y un inmenso dilema crece como un monstruo dentro de su cabeza. El hombre intenta olvidar la situación, pues se ve indefenso, perdido, desamparado; se ve muy confundido al tratar de encontrar una respuesta a su eterna pregunta. La incertidumbre que genera su existencia lo marea como una ostra abatida por las olas de un mar embravecido y perdido en la confusión, parece olvidar todos los motivos que alguna vez lo hicieron disfrutar de su vida. En tal situación el hombre llega a preguntarse: ¿realmente vale la pena vivir?
De pronto queda inmóvil, no emite movimientos y un gran enigma lo cubre con la mas oscura de las capas. Debajo de ella mira hacia el exterior a través de una delgada lámina traslúcida. Refugiado en ese lugar, ve un panorama que no lo conforma y resignado de encontar alguna respuesta, se entrega a la vida sin mas preámbulos. Desciende y sube, llora y ríe, vive y muere, mientras el tiempo va transcurriendo. Así sus días van acumulándose sobre su espalda sin ofrecerle la posibilidad de valorar cada uno de ellos. Mientras transita por la vida cumpliendo con su rutina, la sombra que proyecta su trayecto parece agigantarse y opacar todo el brillo de los dias vividos. De esta manera, el hombre parece vivir por el simple hecho de vivir, por el simple hecho de ser uno mas sobre esta tierra que dice, hace y sufre lo que los demas.
Resulta ser que el hombre es un inmenso ignorante, un gran estúpido que deja seducirse por el ritmo que lo embiste. Jamas intenta dar ejemplos de individualidad, jamas da una muestra clara de su ideología. Hoy el mundo sigue dando vueltas y al hombre ya no le importa si lo hace con mayor o menor velocidad que ayer; mientras su asiento permanezca en su lugar, que los demas mueran de rodillas.
Me resulta increible observar el comportamiento del hombre. Es muy sorprendente pensar en lo poco que valora la vida. ¿Como es posible que mantengamos vigente la mismísima moralidad mediocre luego del paso de los años? ¿Como es posible que no nos sorprendan los hechos que día a día nos aturden? Es una alerta, un gran llamado de atención lo que nos sucede hoy en dia; en el siglo XXI, con todas las paginas de la historia. Pareciera que el grado de recapacitacion solo nos dura unos escasos minutos. Pues intentamos mejorar las cosas mientras las tormentas nos golpean, pero que rápido olvidamos aquella actitud revolucionaria; luego de que el sol aparece, reímos a carcajadas bajo su brillo y cuidamos el asiento que nos han concedido. Cuidamos nuestro lugar nuevamente, lo cuidamos por hoy y por siempre. Lo cuidamos de todo acontecimiento evitando que algo pueda mancharlo.
Estamos muy equivocados queridos humanos, si que estamos equivocados. La vida no es un puñado de convenciones que debemos respetar, no es un compotera donde debemos habitar por siempre, no es una simple receta que debe seguir pasos relativos. La vida es mas que todo eso; es un desparpajo de emociones al aire, un sin fin de ideas planeadas a medias, una literal exposicion improvisada al baile del viento, una lotería. La vida es todo eso y mucho mas, y parece que a menudo lo olvidáramos.
Sucede frecuentemente que solo vivimos desvalorando cada momento, quitándole prestigio a las cosas. Parece ser que subestimamos nuestra existencia y que solo cuando el corazón enferma logramos recapacitar. Solo al contraer alguna enfermedad tomamos noción de lo bella que es la vida. Pues vivimos haciendo lo posible por enfermar el mundo y cuando estamos a punto de matarlo, intentamos hasta lo imposible por reanimarlo solo por unos segundos...

sábado, 7 de noviembre de 2009

TIEMPO


El hombre es reprimido constantemente por fuerzas mayores. Pesadas fuerzas lo empujan sin piedad hacia el pozo de la impotencia, la amargura y el cansancio; para rendirlo y dejarlo tristemente resignado. Como si una gran mano le daría una bofetada intentando destruir toda ilusión pasajera o plan futuro, esas fuerzas retroceden su marcha, borran los pasos que desea ir sumando en su vida. Esa vida tan dura que va llevando, de a poco va convirtiéndose en una batalla.
Conforme pasa el tiempo, el ser ya es un combatiente de su propia guerra. Comienza esa gran sobrevivencia que algún tiempo atrás coloco sus primeros ladrillos. Una sobrevivencia contra los sucios poderes establecidos, contra la mediocre sociedad; comienza una sobrevivencia contra la mentira, la justicia y el olvido; una sobrevivencia contra el perdón, contra los errores y los silencios. Comienza una larga y dura sobrevivencia contra su propia vida que continuamente va sometiéndolo a situaciones indeseables e impensadas.
De pronto, el hombre despierta y se arrepiente de haberlo hecho. Cuando al levantar la frente, observa la cruel realidad, desea regresar a ese dulce sueño que estaba imaginando. Toma el reloj de su muñeca e intenta retroceder a esas condenadas manecillas. Ese tic-tac imbatible se convierte en el enemigo mas temible y el fruto de su melodía pasa a formar un lugar mas en la extensa lista de sobrevivencias. Así es que este nuevo hijo llamado "tiempo", se agrega a este batallón para complicar aun mas la contienda.
Sus colegas lo observan con recelo y maldad. Este extraño "tiempo" no parece ser una agradable visita. Apenas asoma, comunica a los demás de su estadía que parece ser infinita. Dicho comentario no es bien aceptado y en una decisión unánime todos alegan estar disconformes. Este ultimo visitante condiciona a todos los demás. Su presencia alterna todo otro desarrollo y parece ser que ninguna de las sobrevivencia se ven ajenas a su influencia.
Mientras el tiempo va desarrollando su vida el hombre intenta desarrollar la suya. La realidad resulta ser una pesada carga con la que debe desplazarse. La realidad es tan diferente a los sueños, donde aquella mente ilimitada viaja enormes distancias entre los polos de su imaginación. El hombre finalmente desea vivir soñando aunque a veces le cueste mas caro. Pues se ve dispuesto a pagar el precio de las fantasía con tal de escapar un rato de las celdas del presente. Decididamente asume pagar lo que sea si logra evitar por unos minutos esa constante sobrevivencia a la que esta expuesto. Es solamente en ese lugar imaginado dentro de su cabeza donde el tiempo no vive con el. Es en ese paraíso mágico donde el hombre desea vacacionar y observar solo maravillas aunque sea por unos instantes. Es en el paraíso de su mente donde esta solo y lejos de aquel tiempo. Es allí, casi en el infinito, donde olvida la noción del tiempo, donde se olvida completamente de ese estricto tiempo; aquel amo de la historia que intenta esclavizar la humanidad .

miércoles, 4 de noviembre de 2009

EGOÍSMO


Esta gran lupa que se acomoda delante de mis ojos, sigue observando minuciosamente lo que a los pies de su montaña se reproduce. En esta ocasión, el videoclip que puede observar no es ninguna sensación del momento y su vigencia trae fecha de largas décadas atrás. En el día de hoy, mis ojos logran irritarse junto a sus venas rojas al vislumbrar un suceso en evolución: el egoísmo impartido por el hombre hacia su entorno social.

En cada instante en que el hombre se relaciona con sus pares, eyecta desde sus poros, como un veloz y enorme caudal de agua, un egoísmo descomunal. Al hacerlo, empaña el rostro de todos aquellos seres con los que logra relacionarse.

Intentando obtener un origen cierto que pueda explicar el motivo de su individualismo, nos remontamos a los principios fundamentales que rigieron su educación. Luego de acomodarnos sobre aquella conciencia joven, tratamos de expandir algunas hipótesis que solucionen este gran dilema.

Un dilema de gran tamaño no siempre puede resolverse, y en la medida que puede lograrse, consta de una ardua tarea. Podemos pensar que un egoísmo del calibre que se observa, solo evoca a una gran mezcla de factores engorrosos: resentimiento, simple egoísmo y mera discriminación.

Aclarados ya los "posibles" detonantes de dicha actitud intolerante e inexcusable, estamos en condiciones de deslizarnos a profundizar cada definición:

-Por un resentimiento me refiero a una actitud egoísta que se forja en aquel nido familiar donde abunda la codicia. Frecuentemente los educadores del porvenir contagian a sus discípulos de una codicia reinante de ambición, de una ambición por conseguir lo que el "otro" tiene y "nosotros" aun no. Es allí donde se forma un resentimiento por eso que quiere alcanzarse y no se puede. Sucede entonces que, luego que el tiempo pasa las cosas resultan ser al revés y allí es donde demostramos egoístamente todos los bienes que tenemos y no deseamos compartir.

-Por un simple egoísmo no se que podría definir. Solamente me veo obligado a citar que ese egoísmo es un egoísmo que nació junto a aquella personalidad para formar una parte inquebrantable de su naturaleza.

-Por una mera discriminación podría llamar a aquello que no quiere compartirse por el simple motivo de no compartirlo. Este sería un tema para abordar con mayor dedicación, pues existe una discriminación muy grande en el hombre. Precisamente es en ella donde encuentro otro de los puntos determinantes del egoísmo. En ella solo vive un desprecio hacia los demás, un egoísmo al compartir lo que es de uno. Finalmente se discrimina a los demás individuos, maltratándolos con actitudes que nos separan cada vez más de ellos.

Estas tres últimas definiciones no son más que simples teorías que uno obtiene cuando examina dicho egoísmo en el hombre. No podría discernir claramente ni entre cada una de ellas, ni sobre la misma definición de la palabra egoísmo. Solo me resta anunciar esa imagen que se dibuja en mi cabeza cada vez que siento una egolatría hacia mi persona, citando ese espectro que viene a mi mente al pensar en esa fea costumbre egoísta: un enorme animal que envejece para perderse solo en los jardines envenenados de su vanidad.

martes, 3 de noviembre de 2009

SOCIEDAD


Pareciera que varios de los individuos que habitan este espacio, estuvieran libres de poseer algún tipo de error, algo de ignorancia, o de falta de conocimientos. Sobran en aquellos seres las dotes de una expresión polifacética, dotada a su vez, de una extensa opinión desconmensurada. Pues en el acto de consumar con palabras su pensamiento, el ser actúa descaradamente, creyendo ser un erudito extraído de los templos griegos. Intentando hablar sobre todo acontecimiento pasado, presente o futuro, se convierte en una maquina inconsciente que alimenta su torpeza. Este nuevo ser que encarna en su cuerpo cada vez que la inquieta lengua comienza a desfilar por el túnel de su boca, constantemente mastica hasta desmenuzar cada hecho por mas irrelevante que sea, haciendo de la realidad de las cosas una amalgama de confusión y teorías improbables.
Que distinto seria todo si aquel hombre ingenuo pondría en marcha su uso de razón. Cuan diferente serian los comentarios de la gente por la calle. Que gran abismo existiría entonces, entre aquella sociedad carente de sentido común, llena de variadas verdades incompletas y esta nueva civilización, con algo de pensamiento y reflexión.
Solo me detengo a pensar en esa posibilidad. Me detengo a pensar en ello porque la propia realidad parece obligarme, porque seria muy ignorante de mi persona tratar el tema con menos importancia. No podría yo entonces convivir conmigo mismo. No podría seguir mi rutina sin lamentarme al observar lo que diariamente ven mis ojos, lo que diariamente mis oídos me confiesan.
Cada nueva mañana no puedo evitar toparme con esta gente tan pacata y superficial en la que abundan los prejuicios. No puedo evitarlo porque mi vida constantemente me enreda entre su telaraña algunas horas y obedeciendo a mis obligaciones, caigo nuevamente como un ser indefenso e ínfimo sobre su red. Mientras el tiempo que involuntariamente permanezco adherido, la gran araña de la sociedad me angustia y ofende gravemente y solo existe un antídoto para remediar mis heridas: regalarles mi consentimiento.
Cuando simulo ser un arácnido de su misma especie, es cuando logro calmar temporalmente mi asfixia. De esta manera creo encontrar una pequeña parte de la solución al gran problema de aquella sociedad en constante declive. Cada vez que me veo herido solo puedo regalarles mi mueca de sonrisa, dejando esconder la droga de mi medicina: la ironía.
La ironía logra ser un estimulante personal perfecto. Es tal la ineptitud moral de mis hirientes que cada vez que les inyecto una dosis de ironía, quedan vacilando por un largo tiempo en una nube negra que los confunde. De esta manera puedo saborear una venganza que sabe a un doble gusto. Por un lado deleito el desahogo de mi enojo y por el otro aprecio la maravillosa experimentación que sufre aquel humillante bicho al perderse en la magia de una cruel ironía disfrazada.
Luego de aplicar mi plan, mis responsabilidades se extinguen y puedo disfrutar de mi soledad. Paseo alejado de la sociedad vagando en mi imaginación y acompañado de aquellas astillas de mi palo. Mientras pasa el tiempo, intento buscar alguna solución que repare totalmente el problema, pero me veo ante otro gran problema: tratar de encontrar una aguja en un pajar.

lunes, 2 de noviembre de 2009

DECISIONES


Hay un mensaje que debe quedar claro: para ganar algunas cosas debemos perder algunas otras.
En el sencillo transcurso de la vida el hombre ciertas veces reune iniciativas. Con ellas, que son como puertas que desea ir abriendo, espera cumplir con varios de sus objetivos o metas mientras su finita existencia lo permita.
Todo ideal que el ser persiga en su vida, traerá encadenado consigo muchas pesadas piedras que interrumpirán su alcance. Por ello es debido tratar de quitarlas de nuestro camino. Para cumplir nuestros sueños debemos mover todo obstáculo que se presente, por mas importante que este sea.
Si como una hoguera que arde entre sus llamas, sentimos que un profundo anhelo nos quema en nuestro alma, debemos apagarlo lo antes posible. Debemos apagarlo con agua rápidamente, sin lamentarnos que al conseguir dicha agua, perdamos tantas otras cosas.
El hombre parece estar resignado a no resignar nada jamas. Sucede así que ve como todas sus ilusiones van desvaneciéndose por el miedo a perder lo que aun tiene y que de poco le sirve. Por miedo a resignar algunas puntos para conseguir otros valiosísimos. Se tortura así mismo por aquello que pudo ser, y que no fue. Duerme sobre su conciencia intranquila y constantemente reniega por ello, acumulando heridas que sangran hasta ahogarlo en su propia sangre.
Precisamente en ese momento, cuando debe tratar de emerger para recuperar el aliento. Cuando este a punto de colapsar, debe reflexionar profundamente sobre su verdadero sentido en este mundo. Debe pensar larga y lentamente que es lo que quiere que sea de el, pensar en aquello que desea obtener para conseguir su gloria. Si esto no se logra, estaremos ante un gran problema. Si los intentos por salvarse fracasan, el hombre vivirá en el exilio de los lamentos, arrastrando todos aquellos planes reprimidos. Arrastrando las piedras que obstaculizaran lo que queda de su camino. Todo esto sera debido a no haber resignado algunas cosas ínfimas e insignificantes, a no haber tomado las decisiones necesarias en los momentos adecuados.

jueves, 29 de octubre de 2009

PERDIDAS


La personalidad del hombre esta formada por miles de cosas de gran importancia. Frecuentemente, la presencia de muchas de ellas resulta indispensable para mantener constante el ritmo de vida. Si faltan algunas de esas cosas, el hombre comienza a sentir una irregularidad en su vida. Siente que ya no es el mismo y desde aquel momento en que ese magnifico brillante se mantiene ausente, con el van ausentándose varios rasgos de la personalidad de aquel hombre. Aquel hombre distinto. Aquel hombre feliz. Aquel hombre triste. Vaya uno a saber las variaciones que pueden ocasionar dichas perdidas.
Cabe destacar, que a pesar de que la personalidad del ser es solo una, infinitas personalidades conforman la suya. Tal como un perro domesticado al azar comienza a sentirse extraño cuando recibe ordenes de su dueño; el hombre comienza a sentirse extraño cuando le falta eso que antes lo ayudaba a desarrollar su rutina. Quedamos tan arraigados a todas las cosas que se cruzan en nuestro camino, que jamas imaginamos nuestra vida sin ellas. Quedamos inmóviles ante los sucesos inimaginables que nos acechan. Las perdidas inesperadas irritan nuestros sentimientos como un ácido que corroe nuestros huesos y a medida que pasa el tiempo se mantiene vigente con su cruel reminiscencia.
Cuando muere alguno de los arboles que habían sido sembrados en nuestro espíritu solo nos quedan dos de sus grandes ramas. Una de las ramas que recuerda todas las vivencias de la misma, todos esos vientos que acariciaron su cuerpo, todos los truenos que temblaron sobre su piel, todos los soles que nacieron en las madrugadas.La otra de las ramas es quizás la mas infertil, es esa rama que muchos deseamos talar.
Esta ultima, a pesar de nuestros intentos por eliminarla, permanece intacta posada en nuestro recuerdo, generándonos un gran dolor. Recordándonos solo la triste ausencia de aquello que se fue. Esta es una maldita inquilina de nuestra alma. Es esa rama que nos va pinchando durante toda nuestra vida. Esa rama tan dañina que no nos deja ver todo lo demás. Es una que pincha aun mas, cuanto mas intentamos borrarla. Una maldita rama que deberíamos tratar de disfrazar porque de lo contrario no nos dejara respirar y sera como una lanza que atraviesa nuestros pulmones.

miércoles, 28 de octubre de 2009

ESTUPIDEZ


Hay 2 cosas q son infinitas: el universo y la estupidez humana. Así lo ha citado Albert Einstein, uno de los científicos mas importantes de la historia. Quizás muchos no estén de acuerdo con su teoría. Pero por ahora vamos a concentrarnos en la segunda afirmación, la que habla de la estupidez.
Pensando acerca de sus palabras creo estar conforme con su pensamiento. Sostengo que la estupidez humana es infinita. La humanidad destila rasgos de ella por todos lados y no necesitamos citar ejemplos que todos bien conocemos.
Manifestándose de diferentes formas, el hombre actúa repetidamente como un estúpido sin notarlo siquiera. Podemos pensar que lo hace cubriendo una necesidad indispensable: cumplir con sus vicios diarios.
Los vicios de los que comenzaremos a hablar van de la mano de la estupidez. Pasean por nuestra vida convirtiéndonos en completos enfermos mentales. A veces se desarrollan de manera autodestructica, a veces no tanto. Hay veces en que los vicios resultan ser mundanos, morbosos y hay veces en que solo son simples desahogos de un profundo dolor. De esta manera, dicha irritación logra vaciarse con actitudes que muchos pueden asociar con la anormalidad.
Los vicios muestran el lado mas estúpido del hombre. Lo tornan incomprensible hacia si mismo para luego dejarlo continuar con su vida "normal". Hay quienes aseguran no tener vicios. Hay quienes admiten tener algún vicio que aun desconocen. Otros solo se mantienen inertes ante su naturaleza y continúan perdiéndose entre vicios que jamas reconocen.
Finalmente, todos marchamos durante un largo tiempo de nuestra vida, en el gran batallon de los vicios. Somos millones de miembros que intentamos vencer una de nuestras mayores debilidades. Somos esos soldaditos que luchamos para vencer a ese general que tanto odiamos y que nos maneja. Ese que continuamente nos impone su orden para vernos y reír de la cara que ponemos cuando los vicios nos acechan. Para reír a carcajadas cuando con su vil regimiento nos demuestra la eterna estupidez que nos acompaña en nuestra vida.

lunes, 26 de octubre de 2009

STATUS


¿Qué diferencias existen entre todas las personas de este mundo? ¿Que características distintivas dividen a los habitantes de un mismo planeta? ¿De que placer hablamos cuando hablamos del placer que sienten aquellos que pertenecen a la clase alta de la sociedad? ¿Cuán profunda es la tristeza que sentimos cuando observamos el hambre, el frio y el dolor de aquellos pobres, marginados por la misma sociedad?
Son ellas, preguntas que me planteo constantemente. Eternos dilemas que se agolpan en mi conciencia y que jamás serán develados. Pues resulta imposible descifrar a todas esas mentes que integran este espacio.
Con una gama muy variada, encontramos miles de clases sociales que en el aire van desarrollándose. Nos quedamos cortos al pensar en que solo podríamos diferenciar 3 tipos de ellas, a saber: clase alta, clase media y baja.
Resulta así que cada uno de nosotros vamos formando su clase. Nos vamos formando como personas y conforme a dicho desarrollo, vamos levantando los ficticios cimientos de nuestra clase social.
De esa manera formamos parte de más de una de ellas. Pareciera ser que nuestro casillero dentro de la sociedad va modificándose cada vez que nuestro salario tambien cambia. Así, probablemente, pertenecemos a una clase media en un principio. Luego recibimos un ascenso y somos dichosos de pertenecer a la real clase alta, creyendo formar parte de esa burguesía que todo lo puede. Pero cuando los sueños están empezando a forjarse, alguien nos despierta con la campanilla de la ruina económica y en un intenso declive salarial vamos pasando por muchas clases más. Tocamos nuevamente la clase media, luego acariciamos la clase baja, y más tarde ya formamos parte de la clase súper baja. De pronto vemos con nuestros propios ojos a aquellos de clases superiores. Esos que dirigen sus miradas soberbias y de fuego.
En el fondo del tacho de basura, revolvemos los escombros de todas las clases a las que supimos pertenecer. Mientras la vida va pasando, nuestros días van llegando a su fin y los intentos por progresar y volver a empezar, se van desvaneciendo.
Es precisamente en esos momentos cuando, pobres de dinero, sentimos ser ricos en conciencia. Es en ese momento cuando sentimos vergüenza de nosotros mismos. Es en un instante de claridad cuando podemos reflexionar la verdadera esencia de la sociedad: un gran equipo de hipócritas con ambición de dinero.
Un gran equipo del cual, finalmente, nos avergüenza formar parte. Un equipo desunido que constantemente busca diferenciarse con la simple obtención de un ascenso, un titulo de grado o vaya a saber que mas. Un equipo que olvida sus orígenes y que solo en la ruina económica reconoce el valor de su esencia.

viernes, 23 de octubre de 2009

CONTRADICCIÓN


Desde la pronta incubadora, pasando por acontecimientos religiosos, laborales y sociales, y llegando al pie de ataúd por estrenar, el hombre carga una gran mochila. La pesada y revoltosa mochila de la contradicción.
Los útiles de su interior se despilfarran publicamente en cadenas de radio y televisión para colmar repetidamente las famosas paginas web. Confundiendo al pobre alumno, tan humilde e ignorante. Despertando el asombro inagotable del dueño de sus palabras que niega ser esclavo de las mismas.
Tal es así que los ya contradichos ríen de sus colegas y hacen de este juego una gran partida. Sin dejar escapar algo de verguenza. Actuando como tipos sumisos de gran categoría.
El tiempo no es bobo y todo lo que acontece bajo su mirada sabe guardarlo en el bolsillo de la historia. Pues todos nos hemos contradicho alguna vez. Solo nadie puede jactarse de no haber cometido ese ...¿error?. Ya no se como llamar a esa extraña contradicción.
Puedo pensar por un largo rato y volver a obtener la misma reflexión: la contradicción nos acompaña a todos durante nuestra vida. Nadie escapa de sus manos y no podría decir que es un error que solemos cometer.
Podría reformular la afirmación citando que la contradicción es inevitable dado que esta presente en todos los aspectos cotidianos, intentando cruzar su cola entre medio de nuestra filosofía de vida. Así sucede que todos tropezamos con su influencia.
Luego de tomar fuerzas, nos levantamos y miramos al frente. Tenemos proyectos, ideales, libros, cuentos, películas, amigos, jefes o empleados, compromisos y tenemos que seguir vigentes con todos ellos. Tenemos nuestra filosofía en progreso y por nada del mundo deseamos interrumpir su camino (bien sabemos que jamas lo haríamos). Pero cuando menos lo imaginamos, esa cola salvaje se incrusta entre todos nuestros anhelos para romper esa cadena de evolución. En ese momento sentimos que todo se derrumba, pero sin dejarnos vencer recapacitamos que debemos continuar.
Luego de la tormenta parece salir el sol, vamos llegando al cajón que nos espera tranquilo. A su lado están todos los que formaron parte de nuestras andanzas por el planeta tierra. Están allí para despedirnos, todos con alegres y prósperos deseos que poca importancia tienen. Nosotros nos acercamos, el sol brilla como nunca, y a un costado de ese ataúd se acomodan todas esas contradicciones.
Esas infinitas y desgraciadas contradicciones que nos pusieron en ridículo ante tantas personas. Esas mismas que nos informaron que estarán presentes a lo largo de lo que dure la humanidad. Esas mismas que nos dejaron en claro que nuestra filosofia de vida tambien depende de las suyas.

martes, 20 de octubre de 2009

AMOR



El hombre esta destinado a vivir su viva empapado de amor. Como si descansara en una gran coctelera donde las rosas rojas de su magia decoran todo su alrededor. Como si viviera sumergido en esa misma coctelera, debajo de un fuerte techo. Como si se cubriera con esa gran capa que ofrece sus manos para remediar en parte algunos problemas.
Quien cree que el amor no forma una parte importante de su vida, no cree en nada. Vive su vida escondiéndose de si mismo. Siente fobia por el amor y por consecuente, le tiene un respeto increíble.
Ciertas personas ven al amor como un señor oscuro al que realmente temen y cada vez que este se acerca mueren de miedo. Sienten un gran respeto por esa figura que tanto los atemoriza. Tan grande es ese respeto que comienzan a buscar algo que contrareste ese miedo. Comienzan a inventar motivos para rechazarlo de su vida. Creen escuchar una extraña voz que los confunde. Se convencen de que el amor es un invento de los enamorados y que jamás encarnara sobre su piel.
Pobre de sus vidas tan aburridas, tristes y frias. Pobre de las sombrias y solitarias sombras que los acompañan. Pobre de aquellos excesivos cínicos que constantemente desparraman su enorme insensibilidad. Pobre de ellos, pobre.
Pensar que sus días solo se llenan de mentiras a si mismos. Pensar que irritan a sus conocidos intentando inyectarles los minerales podridos de sus corazones de piedras. Pensar que muchos de ellos seguirán con su actitud y jamás lograran saborear el suave y dulce licor del amor.
Que dimensiones tienen estos otros dos sentimientos que tengo hacia ellos y que gran paradojas encierran. Por un lado siento una gran impotencia al escuchar sus voces que proclaman con creces destruir al amor. Por otro lado siento una gran pena, una pena muy grande por aquellas personas ignorantes que jamas lo conoceran.
Aquellos que ademas, ignoran que la falta de prejuicios es el pilar fundamental para permitir la entrada de emoción en nuestro cuerpo. Aquellos que ignoran que los polos abiertos de nuestra imaginación son necesarios para dibujar la fantasía. Aquellos que ignoran que conservar el niño que llevamos dentro hasta el día de nuestra muerte, es necesario para hablar con verdad y justicia. Aquellos que ignoran que el trazo del camino por cuenta propia es necesario para conocer la libertad.
Aquellos que ignoran al amor, sin saber que es necesario para concretar nuestras posibilidades, para concretar nuestros sueños. Pues todas las personas tienen sueños, y aquel que jamas haya soñado habrá sido como un cuerpo que ha vivido muerto.

sábado, 17 de octubre de 2009

INQUIETUD


¿Cualidad innata o sentimiento que adquirimos por la necesidad desesperada de espiar a nuestro destino? Realmente no lo se.
Sinceramente no logro comprender que será la inquietud. No logro discernir, con algo de claridad, los nutrientes de esa extraña sensación que nos acompaña en todo el largo camino. No logro diferenciar si es un reflejo difuso que tengo delante de mis ojos o si es un pequeño bicho que jamás permanece quieto.
De pronto trato de detener mi pensamiento, le doy algo de pausa a mi conciencia. Intento tomar el tema con calma y reflexionar sin premura. Analizo lo que le ocurre a mi cabeza cada vez que algún suceso despierta a esa inquietud. Pierdo el tiempo, de nada sirve investigar algo que jamás puede controlar.
Supongo entonces, que la inquietud se convierte en un asesino serial decapitando hasta las intrigas más jóvenes. Adquiere variadas y extrañas formas y sigue carcomiendo cada una de las iniciativas por adelantarnos a nuestros pasos.
Con el tiempo ya es una señora de entrados años poseedora de una identidad desconocida. Una señora sin partida de nacimiento pero de signo bien reconocido. Un signo devorador de planes.
Talvez sea ella esa señora que continuamente descontrola a mi jinete, extraviando al pobre caballo sobre el que voy montado. Quizás su carácter generalizado no sea tan malo como parece. No debo dejar de agradecer por esos golpes que me da para despertarme cuando es necesario.
No obstante, sigo mirándola con recelo, pues esta cruel señora dirige nuestra película a su manera y nos va extraviando con sus confusos adelantos.

jueves, 15 de octubre de 2009

EQUILIBRIO


¿Que pasaría si algún día decido olvidarme de todo?. Si por ejemplo, ya no recuerdo quien soy o quien podría ser. Si me olvido de todos los hechos que formaron parte de mi vida. Olvidándome de mi familia, mis amigos, mi ciudad, mi escuela, mi casa, mis responsabilidades.
¿Que pasaría si ya no recuerdo pertenecer a esta sociedad o a este inmenso mundo?. Si por ejemplo en este preciso momento cierro mis ojos y dejo mi mente en blanco... ¿que me ocurriría
realmente?.
Supongan que a continuación comienzo a crear una nueva historia en los mas lejano de mi imaginación. Inventando todo lo que jamas vi. Sembrando sobre la tierra mas virgen de todas, todas nuevas semillas desconocidas. De las cuales, con el correr de tiempo, van naciendo millones de cosa que reforman mi persona en lo mas remoto de mi conciencia. Imaginando ser algo que nunca en mi vida observe (pues también habré olvidado todo lo que mis ojos hayan registrado). Imaginándolo de la nada. No se como, pero imaginándolo al fin.
Así finalmente voy convirtiéndome en algo diferente, muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Un ser que nace en la virtualidad de un espacio infinito. Un ser que se ubica estrenando un lugar recóndito y extraño.
Este ser va paseando por las calles de una comunidad donde todo permanece en extrema calma. Donde todas sus casas son iguales. Donde todos estos nuevos seres raros y extraños parecen ser normales y bondadosos. Una comunidad extremadamente rutina que marcha en un tren, lejos de encontrar la emoción de sus etapas.
Continúen pensando, y reflexionen sobre este ser que de pronto ha nacido en sus cabezas. Piensen que va viviendo continuamente de la misma manera. Sin notar cambios a su alrededor, sus ojos dudo que alguna vez sean sorprendidos. Todo en ese espacio es constante. Como si existiera una ley que rigiera dicha acción, cada uno de los ciudadanos de este nuevo lugar saben lo que antecede y procede a cada situación. Van alimentandose diariamente de una misma receta.
Una vez que hayan pensado en todo eso, abran los ojos y tomense cinco minutos mas para reflexionar...
Se imaginaron casualmente lo aburrida que seria una vida así. Quizás la mayoría de ustedes se dispararía a la cabeza luego de convivir dos días allí. O talvez alguien mas progresista y con fuerzas de cambio, intentaría darle una vuelta a la tortilla. Pero en fin... ¿imaginen estar inmersos en una sociedad donde todos son iguales?. Seguramente sus ánimos irían descendiendo al despertar cada mañana y ver solo fríos maniquies de piedra. Al ver que todo esta tan perfecto.
Es por eso mismo que yo creo que lo es debe ser así por una razón. Por algún motivo, (por mas mínimo que sea) nuestra sociedad es tan variada. Por algún otro motivo existen los días grises, y los días de sol. Por algún otro motivo nuestra familia es la que es. Y por algún otro motivo estamos aquí parados nosotros, sobre este mundo extravagante, lleno de magia y color, dolor, amor y cambios continuos.
Si todo seria tan hermoso siempre nos cansaríamos de tanta hermosura. Necesitamos algo burdo, grotesco o feo para equilibrar nuestra balanza. Algo de cal y algo de arena para equilibrar todas las balanzas que van ubicándose sobre los variados y extensos parámetros de la vida. De lo contrario algo resultaría irregular finalmente. Si las balanzas de la vida estarían desequilibradas nuestros sueños serian mas aburridos todavía y cada noche al recostar nuestra cabeza sobre la almohada, sufriríamos el temor de ser víctimas de otra pesadilla.




martes, 13 de octubre de 2009

CALEIDOSLOCO


Mi conciencia es como un trozo de plastilina que las manos de la vida moldean a su manera diariamente. Va cambiando de color; a veces se pinta de un azul profundo, otras veces se torna de un rojo ardiente. Hay días en que adopta la forma de un animal domestico y desarrolla su rol obedeciendo las ordenes de su dueño al pie del cañón. Otros días se comporta como un pez en el agua vagando libre y suave por aguas serenas, casi sin pensar en los caminos que va transitando y menos en el destino que persigue. Hay días en que mi conciencia amanece como un animal salvaje y así, ella galopa durante todo el día, creyendo estar en un sueño infinito donde solo a su alrededor se expende un campo verde.
Pero mi conciencia siempre es un único trozo de plastilina. Siempre son los mismos los átomos de su interior. Con el tiempo, algunos de ellos comienzan a perderse y con su pérdida varios creen que uno comienza a perder la cordura. La cual es una opinión que no comparto demasiado. Pues sostengo la idea que a veces encontramos mas genialidad en personas que llamamos inconscientes. Aquellas que nunca van a mentirnos y engañarnos. Quizás estén ausentes de sentido común y algo de moral. Pero jamás intentaran engañarnos.
En muchos inconscientes encuentro cosas en común que jamás encuentro en otras personas. Cosas que considero interesantes. Pequeños tesoros que tienen mucho más valor que aquellos que pudiera encontrar en personas con una conciencia en completa armonía. Pues la mayoría de las veces sucede que esas conciencias sanas y vírgenes son las menos recomendables. Reconozco que no hay genio sin mezcla de locura y jamás encontré alguna idea brillante que no provenga de esas conciencias que varias llaman inconscientes.
Conciencias inconscientes de las cuales han escapado muchos átomos. Dando lugar a la llegada de locuras excelentes que nadie imaginaba. Locuras tan normales como perfectas que contenían tantas formas y colores como los que apreciamos al observar por un caleidoscopio.

DESAHOGO


Pocas personas se ven ajenas a la etapa destructiva que, desafortunadamente, siempre toca su vida. De pronto, cuando el sol brilla como un diamante en la inmensidad, la ciudad despierta maltratada por las mismas manos que una vez intentaron adornarla.
En su afán de querer extraer de su cuerpo esa mala compañía que parece haberlo visitado, el ser actúa con violencia sin sentido y en repetidas ocasiones, intenta despojarse de esta extraña influencia que lo aqueja.
Todo aquel que lo observa, y que ya ha culminado dicha etapa dejando sus marcas sobre la piel de la ciudad, critica desmedidamente esos actos y supone una actitud de victima. Fingiendo opinar con absoluta maduración sobre el tema. Sosteniendo en su inconsciente, que el mismo nunca actuaria de esa manera. Engañándose a si mismo, porque el tambien alguna vez lo ha hecho.
La ciudad, que nunca ha traicionado a nadie, lo sabe todo. A ella nadie le miente y ella nunca inventa verdades. Sabe perfectamente lo que pasa pero se ve reprimida en su intento de expresarlo. Pues no tiene métodos relativamente reales para hacerlo.
Si de todas maneras pudiera, no cesaría jamás de volcar toda su ira. Dejaría a toda la población abrumada y sorprendida. Todos actuarían nuevamente de victimas. Ocultándose los unos a los otros bajo sus mentiras.
Porque, si hay algo que queda bien claro, es que en la aburrida y solitaria compañía de una noche sin luna, nadie osa por hacer algo benéfico, pues de nada le serviría, ya que nadie lo observa. Es así que el ser, cada vez menos humano, actúa con locura pareciendo querer librarse de algo que realmente lo molesta. Pero en realidad nada lo esta perturbando. Solo desea emerger, pero no lo logra.
Es precisamente en su intento fallido donde se sitúa el verdadero origen de su actitud. De esta manera, este ser ahora convertido en un pez, intenta desahogarse. En el mismo intento por hacerlo, lo golpea de inmediato un desinterés parcial, clasificando como un verdadero ignorante y despreocupado. Mostrándole que se ve como un pez ahogado en la pecera del mundo. Haciéndole sentir en su interior, que esta fracasando en el intento de salir a la superficie para hacer contacto con la realidad, que poco a poco, le quita el aire.

PURIFICACIÓN


En el sencillo transcurso de la vida el ser humano generalmente desea e intenta mantener un orden sumamente estricto. De esta manera, actúa constantemente al pie del cañón obedeciendo sin tapujos al ritmo de vida que lo rodea. Pone todo su empeño en los proyectos que emprende. Vive creyendo que actuar como un robot que solo escucha órdenes, es la única manera en la que se puede vivir. Así sucede que no puede liberarse cuando lo necesita y se quiebra repetidamente. Así es que tropieza más de dos veces con la misma piedra como un inútil animal. De este modo es que se queda ciego y solo mirando en absoluta dirección.
Mencionados actos son los que frecuentemente uno nota en los demás y que, luego de hacerlo, intenta analizar. Día a día los sigue observando detenidamente y suma datos precisos que dan origen cierto del problema. Finalmente uno saca varias conclusiones.
Uno determina que el ser humano piensa estar viviendo, pero solo esta desperdiciando cada uno de sus días, intentando cumplir siempre con todo y ser exageradamente responsable por temas que no lo requieren. Uno determina que el ser se encuentra sometido a las fuertes ráfagas ciudadanas; como lo son los medios de comunicación, el transporte y la misma sociedad que corre sin parar, pero que no sabe a donde se dirige.
Sin saberlo siquiera, el ser se encuentra inmerso en todo ese coctel explosivo que a la vez se compone de muchos más factores conflictivos. Es precisamente aquí donde nos encontramos con la causa principal de este problema que constantemente lo presiona y lo ofusca en la búsqueda de libertad.
Es así, que consecuentemente, se plantea un encuentro inmediato con un viento de cambio, una brisa suave de campo o de flores silvestres si se quiere. Pero antes de encontrarse con estos nuevos aires frescos y limpios, el ser debe encontrar otras formas para vivir y adaptar otras actitudes. Es así que se menciona, como algo digno de dichas características, el sistema de vida de un hippie. Dejando de lado sus costumbres mundanas y perjudiciales, se opta por intentar poner en práctica su modelo y poder sentir la paz interior que siente cada integrante de su tribu.
Se deben tratar de olvidar los problemas y aunque sea por unos instantes, sumergirse en ese mar de tranquilidad dejando que sus cálidas aguas rocen nuestra piel y despojen de nuestro cuerpo tensiones y conflictos. Es así que sentiremos una liberación y olvidaremos vivir imitando un modelo.
Los invito a redescubrir nuevos mundos ocultos en nuestra mente. Los invito a abrirse a nuevas experiencias para no tropezar con la misma piedra otra vez y para sentir que somos como una especie de hippies sanos cuando intentamos descansar y librarnos del ritmo de la ciudad.

lunes, 12 de octubre de 2009

ABSTRACCIÓN


Lo bello es bello y no existen motivos que expliquen lo inexplicable. Sucede muy seguido que la sencilla naturaleza de las cosas nos deja perplejos luego de observarla.
Tenemos dos ojos que no pierden detalles a lo que a su alrededor se dibuja. Lentamente, ellos analizan todo lo que cuelga de su retina. La pobre cambia de tamaño sin cesar y esos ojos ya parecen dos espirales.
Tambien tenemos una conciencia inmutable que continuamente espera encontrar tierra al final del mar, olvidando que ciertas veces esto no sucede. Pues existen necias conciencias que luego de buscar sin encontrar, navegan eternamente en los mares más oscuros y bravos. Estas conciencias parecen estar convencidas de que cada dígito debe agrandarse luego de sumarle algunos otros, pero no recuerdan que hasta los cálculos mas cuadrados, a veces, se tornan redondos. Ellas, literalmente, no comprenden que algunas cosas no se crearon para su admiración, sino para la de otras miradas.
Esas bellas cosas que las cuales hablamos son las pequeñas abstracciones que encontramos sobre el umbral de la vida. Esas que no están ni de un lado ni del otro del muro, sino que sitúan todo su cuerpo sobre su delgado cordón. Minúsculas cosillas tan preciosas como la vida misma. Raros tesoros que repetidamente nuestra razón intenta encontrar para aplicar su sigiloso análisis. Averiguándolos, como si fueran productos tóxicos. Investigando (como si lo trajeran consigo) fecha de elaboración y vencimiento.
Esas imprescindibles cosas que no traen nada de ello consigo, se ubican por doquier y es solo nuestro espíritu el que puede disfrutar de ellas. Pues él, en su silencioso apetito, sacia su hambre con satisfacción. Lejos de su sombra quedan los juicios de valor. Él solo las observa y respira profundamente una y otra vez, llenándose del soplo divino de su extraña y sabia naturaleza.Con el tiempo, así va viviendo. No piensa siquiera en otra cosa y solo insume sus horas en disfrutar de esas bellas cosas. Va transitando recordándole a nuestra razón algunos tintes de su sabiduría y sobre todo, remarcándole sobre su frente, que lo bello es bello y que no existen razones, ni motivos, que expliquen lo inexplicable.

ALUNIVERSO


Infinito universo que escapas con tu superficie a los polos de mi imaginación, inspírame con tu eterna sabiduría; tu que todos los hechos presencias con suma supervisión. Enigmático, oscuro, y brillante polvo negro, dueño del espacio en donde todos los planetas, constelaciones y galaxias flotan; lleva tú las palabras a mi mente y déjalas caer suave y sensiblemente bajo el frenético ritmo de mi mano izquierda. Indescifrable figura de enorme asombro e incansable investigación; crea con tu magia el texto que mas tarde transcribiré sobre las hojas de los árboles que en la tierra habitan. Eterno caballero de la historia y responsable de los dolores de cabeza que sufren miles de científicos intentando descifrarte; cuéntame el veredicto de tu existencia; dime, tras un dialogo sincero, cuantas cosas ocultas se pierden bajo tu manto, y antes de que llegue la noche final mándanos una carta hacia la tierra.
Una carta redactada libre de miedos y prejuicios donde finalmente declares tu verdad. Pues bajo tu extensa capa, todos los demás habitantes como yo sueñan diariamente con el fuerte deseo de conocerte. Intentando de esa manera forjar una amistad y tratar contigo de manera más informal y directa. Déjanos tutearte, pero cuéntanos tu verdad.
Desde el momento en que cumplas nuestro deseo, todos nosotros estaremos agradecidos infinitamente y no alcanzaran los años que restan para mostrarte nuestra alegría. Será una alegría mayor que ninguna. Una alegría incluso mayor a la que siente los mismísimos poetas cuando, con solo observarte en silencio, llenas el cuenco de su alma de inspiración y gracia.